jueves, febrero 26, 2009

Febrero27


Me gusta lo que huele a prohibido, me atraen las manos tersas de los sueños, me avergüenzan los triunfos, me gusta decir revolución, me da esquizofrenia al pensar en el amor. Y es que hay cosas que a uno le quedan grandes y otras que le quedan chicas,a veces uno prefiere dejarlas ahí hasta que nos enbonen.
En ocasiones el tiempo ayuda y en otras ni eso es cierto.
Ando por la vidita sin sentirme, como que ya no huelo a rebeldía y eso es ignomia, perecer así de pronto, con el cuerpo colgando por fuera, sin eso que solemos llamar "alma", y es que casi piso mis extremidades de tan blandas que se han vuelto.

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