jueves, diciembre 06, 2007
El zorro de arriba y el zorro de abajo
En mi vida había leído un diario más triste, más conmovedor, real, exótico, verdaderamente genuino, el de José María, en ocasiones es escalofriante, realmente cercano a quien tiene la oportunidad de coger el mamotreto (por el grosor)y revisar algo de los días. Va un fragmento:
"En abril de 1966, hace ya algo más de dos años, intenté suicidarme. En mayo de 1944 hizo crisis una dolencia psíquica contraída en la infancia y estuve casi cinco años neutralizado para escribir [...] En abril del 66 esperé muchos días que llegara el momento más oportuno para matarme. Mi hermano Arístides tiene un sobre que contiene las reflexiones que explican porqué no podía liquidarme tal y cual día. Hoy tengo miedo no a la muerte misma sino a la manera de encontrarla. El revólver es seguro y `´apido pero no es fácil conseguirlo. Me resulta inaceptable el doloro veneno que usan los pobres en Lima para suicidarse, no me acuerdo del nombre de ese insecticida en este momento. Soy cobarde para el dolor físico y seguramente para sentir la muerte. Las píldoras -que me dijeron que mataban con toda seguridad- producen una muerte macanuda, cuando matan. Y si no, causan lo que yo tengo en gente como to, una pegazón de la muerte en un cuerpo aún fornido. Y ésta es una sensación indescriptible: se pelean en uno, sensualmente poéticamente, el anhelo de vivir y el de morir. Porque quien está como yo, mejor es que muera"
Fuerte verdad? lo mismo opino, así va por varios días arguyendo la idea del suicidio, en varias ocasiones lo intentó pero casi ninguna resultó. Después de pasar varias páginas su estado de ánimo va subiendo, de hecho empieza a hacer una crítica literaria de los escritores contemporáneos, a Fuentes le va mal, pero re mal, a Gabo más o menos, a Onetti lo engrandece con justa razón y a Cortázar lo critica y cuestiona aunque siempre con sumo respeto.
Coger el diario de Arguedas es como retomar un texto de Baudelaire pero con gran toque peruano.
Lo rico de leerlo es toda la razonable escritura de crisis que presenta. El dolor real, la decadencia de las ciudades latinoamericanas, el proceso de mestizaje en la era "moderna", toda la problematización que presenta de diversas temáticas, que hasta hoy se plantean. No quita el dedo de la crítica y ese aire feroz de melancolía y triteza estigamtizan la obra estéticamente.
cfr. ARGUEDAS, José María, "El zorro de arriba y el zorro de abajo", (edición crítica Eve-Marie Fell), México: CONACULTA, 1992, 504 pp.
Triste Ciudad
Estimados lectores habia dejado de lado la publicación del blog debido a que cuando uno se enamora pierde el sentido del tiempo y los espacios se van desvaneciendo al estar con la persona precisa. Estar sonriendo y abrazando siempre, necesita energía pero de nuevo estoy aquí un poco menos atolondrada que enamorada. Quien lo diría encontrarlo a él en tan penosa situación y de allí escabullirnos juntos durante todas estas semanas a un mundo irreal, bastante espectral y maravilloso para luego regresar a la ciudad de México.
Hace aproximadamente dos semanas me dispuse a caminar por las calles del Centro Histórico, decida a deambular por entre el Salvador, Donceles y esa calle escondidita que no se como se llama, recorrí joyerías, almacenes sin afán de comprar solo de "umschauen" (babosear), al principio la decepción fue grande al final la decepción fue triste, había planeado disfrutar el día y caminar hasta que me dolieran las piernas, comprar una Tlayuda sin nopales y pasar con un refresco de lata de aqueloos de 3 x $10 varos. Nada de ello pasó, pues el Zócalo estaba vacío, sin un vendedor, yo me preguntaba dónde habrán quedado? tal vez la tierra se volvió a abrir como en Iztapalapa y se había tragado a todos aquellos desempleados que buscan ganar dia a dia algo para llevar a casa. Luego busqué las plazas comerciales que según ya se habían establecido.. Nada supongo que no es gran ciencia encontrarlas pero no hallé nada, creo que son construcciones fantasmas (sin asustarlos)
Fue allí cuando la decepción se convirtió en tristeza, decidí cruzar la plancha del Zócalo para ver que pasaba que hacían ahí con tanto material, al parecer un estúpido museo de bambú rodante estaba en contrucción además de ello, estaban terminando de detallar la "magnífica" pista de hielo de la ciudad de México, la más grande del mundo, la que albergará día a día a más de 1500 pobretones que se divertirán durante 50 espléndidos minutos.
Joder, el encargado de la ciudad de México le quita a los ambulantes su fuente de empleo pero les da diversión, para que la navidad sin trabajo y sin comida sea mejor patinando...Parece chisme agrio pero no lo es, cuando me reencontré con la ciudad de México, me enteré que ya la comparan con Londres, con Nueva York, casi la Plaza Roja de Moscú, inaudito, no es por menos preciar la tierra que me vio nacer, es por criticar la estupida idea burguesa del sanguiario jefe del D.F. hijo de papi y mami, casado con la "bella" y "exitosa" mujer que ha leído el "Manual de la perfecta cabrona", es aberrante escuchar que quiere convertir la ciudad en espacio estilo Europeo, no sabe lo triste que nos ponemos los mexicanos al vistar Londres??? (lleno de soledad)
Aquí estamos acostumbrados a caminar, a ver al vendedor enseñar la novedad China, a comprar barato, porque nuestros salarios son extra bajos, qué es esa mariconería de las plazitas comerciales. Habráse visto algo más gay?? sin discriminar las preferencias...Aquí la ciudad moderna, sin ambulantes, sin morenitos, sin gordos, sin chaparros, a toda esa bola de nacos y pinches feos, encerrémosla en esas jaulitas comerciales. Linda forma de deshacerte del estorbo, ahora sí encerrados los marginados,la ciudad se ve chévere, París haste a un lao que ahí te va Méxiko City desing Europa (con un toquesillo de folklor para no perder lo histórico)
De verdad salí triste, mi tarde zocalera se convirtió en una búsqueda de lo perdido de dos horas.
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