Uno de estos días me voy a poner a prueba, a ver si así me conozco un poco más, me reprocho menos y por fin me pongo feliz. Me pondré a leer hasta que los ojos por la fuerza de los párpados se me cierren; escribiré hasta que las manos me duelan por tanto disparate escrito; pensaré hasta que el mayor ataque de migraña me tome la mente y la cordura; beberé hasta vomitar y casi hasta la congestión; amaré a la peor y a la mejor persona sin preguntarme si es correcto; tendré sexo hasta que el frenesí me roce completamente las piernas y lo demás; también pronunciaré sin parar el mayor número de groserías y sus combinaciones en tonos dulces, coléricos y risueños. Quizá ese sea un gran ejercicio de autoconocimiento pues sabré hasta donde beber para emborracharme, cuanto puedo leer antes de marearme, qué puedo pensar para desconocerme, cuanto puedo coger hasta llorar y cuanto puedo maldecir, escribir y amar.
Esas son respuestas que hasta hoy no tengo pero que siempre me pregunto. Puede sonar a lo más superficial, a lo más cotodiano pero en este momento son preguntas clave de mi vida, son todo el embuste de mi personalidad, todo lo que tras de sí implican.
jueves, mayo 07, 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)